El día 25 de octubre de 1992 tuvo lugar en Roma la Beatificación de un grupo numeroso de Claretianos y de Hermanos de San Juan de Dios, asesinados por la fe en 1936. El Papa Juan Pablo II abrió la puerta a la beatificación de otros muchos grupos de mártires españoles de los años treinta en España.
¡Ya han pasado 30 años! ¿Cómo vivió Barbastro el acontecimiento de la primera Beatificación de sus Mártires? La prensa local se esmeró para motivar a la población e informar en detalle de aquel gran acontecimiento para toda la Diócesis y para la ciudad de Barbastro en particular. El Papa que los beatificó, san Juan Pablo II, los solía recordar como el “Seminario Mártir de Barbastro” durante sus viajes alrededor del mundo y los proponía como modelos para los futuros sacerdotes.
El jueves 12 de marzo de 1992 el Diario del Alto Aragón publicaba a toda página los hechos históricos de su martirio escritos por el P. Gabriel Campo Villegas. Los testimonios sobre los Misioneros Claretianos mártires de Barbastro (España) son impresionantes. Abruma la documentación de primerísima mano: los testigos presenciales, las declaraciones bajo juramento de tantos hombres y mujeres que vieron y oyeron sus palabras, el perdón a sus enemigos, y su calvario lento; que presenciaron las tentaciones a que los sometieron, para socavar su moral; y su alegría contagiosa, el entusiasmo con que oían su nombre, al llevarlos a fusilar.
Varios de los testigos de su ejecución, en las madrugadas de agosto de 1936, viven aún. Cualquiera puede hablar con ellos y pedirles que cuenten cómo murieron los Misioneros del Corazón de María, en pelotones de a 20, los más de ellos jóvenes de 21 a 24 años en la carretera de Barbastro a Berbegal y Sariñena. “Eran mártires, repiten todos. No se metieron en política. Eran sacerdotes, hermanos coadjutores y seminaristas, y los fusilaron por ser curas; y por no querer renegar de su fe católica”.
Por su parte El Cruzado Aragonés dedicó amplios espacios de sus páginas a informar sobre los diversos momentos de las celebraciones que tuvieron lugar tanto en Roma como en Barbastro. El 24 de octubre la edición de El Cruzado dedicó cuatro páginas completas de su edición a presentar a todo el grupo de Mártires. El apartado “hablan las familias” destaca la vinculación que siguen manteniendo con estos Mártires Claretianos sus familiares, en especial los que viven en Siétamo, Abizanda y Fonz, de la provincia de Huesca.
Por último, este semanario ofreció el 31 de octubre de 1992 una abundantísima información sobre el desarrollo de la ceremonia de la beatificación en Roma y los diversos actos en que participaron los barbastrenses. Un mes más tarde, 21 de noviembre de 1992, El Cruzado Aragonés presenta en portada: Los nuevos Batos de Barbastro atrajeron a 2.500 personas. “El sábado, en una ceremonia religiosa, muy significativa para los claretianos y familiares, se trasladaron desde El Pueyo los restos de los nuevos Beatos, hasta su sepulcro definitivo en la cripta de la nueva casa-Museo. Durante toda la mañana del domingo, centenares de familiares visitaron el lugar. El domingo, la Catedral de Barbastro se quedó pequeña para acoger a cerca de dos mil quinientas personas que asistieron a la solemne concelebración eucarística de acción de gracias por la Beatificación de los 51 Misioneros Claretianos, elevados a los altares por Juan Pablo II el pasado 25 de octubre, en Roma. Los fieles de la iglesia diocesana y centenares de familiares de los nuevos Beatos, llegados a Barbastro en varios autobuses, abarrotaron el templo catedralicio, que ofrecía un aspecto inusual. En opinión de algunos observadores diocesanos consultados por este periódico, ha sido la mayor manifestación religiosa en la última década”.
P. Carlos Latorre, superior de la Comunidad de Misioneros Claretianos de Barbastro
