La delegación de la Iglesia española compartió ayer, día 7 de febrero, su aportación en la asamblea sinodal continental de Praga, que se celebra desde el día 5 al 12 de febrero, coordinada por el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa. Dos miembros del equipo coordinador de la Conferencia Episcopal Española, un sacerdote y una laica, dieron lectura al texto que recoge las aportaciones que le enviaron en el mes de enero las diócesis, movimientos, congregaciones y distintos grupos. Además, se han incorporado las sugerencias que salieron del encuentro sinodal celebrado en Madrid el pasado sábado, 28 de enero, en la sede de la CEE, tras un trabajo en 10 grupos. En Zaragoza ya se ha distribuido entre los consejeros del consejo presbiteral y pastoral y entre los grupos sinodales de la diócesis que han participado en la fase continental. También se ha colgado en la web del Plan Pastoral VITA. 

En la sesión de Praga intervinieron varias delegaciones europeas y por la tarde fue emotiva la participación de la iglesia católica de Ucrania, así como la latino-católica de Turquía, por los difíciles momentos que están pasando ambos países, con motivo de la guerra y del terremoto respectivamente. Entre las intervenciones de los delegados había momentos de silencio y oración, apoyados en recursos audiovisuales y música. También intervino y se despidió el cardenal Ouellet. Siguieron la sesión on line, por zoom, delegados de otros muchos países, entre ellos de España y se podía enviar mensajes por chat. Finalizó la jornada con una oración final dirigida por los obispos ucranianos, de acuerdo con sus ritual y acompañados por un coro de su país.

A la asamblea sinodal de Praga asisten unos 200 delegados, entre ellos representantes de las Iglesias locales y exponentes de las realidades eclesiales más representativas a nivel europeo (del 5 al 9 de febrero), así como los 39 presidentes de las Conferencias Episcopales (del 9 al 12 de febrero). Otros 390 delegados participarán de manera online. Durante la asamblea, comunidades de vida contemplativa de toda Europa realizarán una adoración silenciosa continua para acompañar los trabajos.

La representación española está encabezada por el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Juan José Omella, y por el coordinador del equipo sinodal, el arzobispo emérito de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora y su equipo: los secretarios de las Comisiones Episcopales para los Laicos, Familia y Vida, Luis Manuel Romero, de la Vida Consagrada, María José Tuñón, y la presidenta del Foro de Laicos, Dolores García.El lunes, día 6, comenzó el trabajo por grupos y por plenario. En su saludo, el arzobispo de Vilna y presidente de la CCEE, Gintaras Grušas, señaló que esta fase continental es “una oportunidad para renovar nuestra misión de anunciar a Jesús”. Especialmente en Europa representa “la respuesta más verdadera y urgente a los numerosos desafíos actuales”.  Y animó a los asistentes a llevar a cabo un proceso de reflexión, escucha, diálogo y propuestas, sobre los difíciles retos de nuestro tiempo: «Porque ser Iglesia sinodal no es un parlamento y, aunque aquí se viene a escuchar al otro, la persona más importante es el Espíritu Santo que guía los pasos en este camino. Un proceso de reflexión, diálogo y propuestas sobre los retos que los difíciles tiempos que vivimos plantean para dar a conocer el mensaje del Evangelio.