Las parroquias de Sabiñán, Morés, Sestrica y Viver celebraron los días 29 y 30 de abril las bodas de oro de D. Florentino Nonay y los 25 años a cargo de Morés, Sestrica y Viver. Os dejamos la crónica que nos mandan tres de sus feligreses: Félix Eduardo, Pilar y Rosa.
En su pueblo natal, Sabiñán, la celebración fue el sábado 29, el mismo día en el que fue ordenado junto a Jesús Pina, que muy pronto fue de misionero a Brasil. Celebración sencilla, emotiva y muy participativa, sobre todo por parte de la familia. Con el templo abarrotado, entre lágrimas y aplausos, dimos gracias a Dios por el don que ha supuesto para la iglesia y para nuestro pueblo, la vida de estos testigos.
Un dato a destacar fue la asistencia de un buen número de alumnos del colegio Seminario de Tarazona al que consideraron como un padre, muchos de ellos con sus mujeres y la mayoría con hijos y nietos. Le regalaron un almendro como símbolo “tardío” de la vocación de Florentino, “podador” de lo fundamental en el almendro, y “cuidador” de lo que hizo con ellos, dándoles el fundamento de unos valores que han marcado su vida.
Otro momento emotivo fue cuando Florentino se quitó la bella casulla que le habían regalado en su ordenación y se la puso a Henry Medina -párroco in solidum– como signo de continuidad y fraternidad. Al final, largas ovaciones y múltiples abrazos. Y un refresco para todos.
En Morés y Sestrica todo siguió un orden parecido y la misma emoción y participación por parte de los fieles, muestras de cariño y gratitud. Un miembro de una de estas parroquia decía:” Nuestro pueblo tendrá un antes y un después a la venida de D. Florentino”. La recuperación de las iglesias, su entrega sencilla, su trabajo constante por hacer una comunidad fraterna y un pueblo en armonía, la calidad de sus homilías, siempre centradas en el Evangelio y a la altura de nuestra comprensión. Todos pedimos a Dios que le conserve así para que podamos gozar un poco más de su presencia.
D. Florentino resumió sus mensaje en dos palabras: “GRACIAS”, “OS QUIERO”. Nuestros pueblos emocionados no dejaron de aplaudir y abrazarle durante la fiesta filial.
GRACIAS. DON FLORENTINO.
