El Tribunal de Cuentas hizo público, a finales del mes de julio, el informe de fiscalización sobre las actuaciones desarrolladas por la Administración General del Estado en materia de cooperación económica con la Iglesia católica y con otras confesiones religiosas. En el texto, como recoge la Conferencia Episcopal Española (CEE), el Tribunal de Cuentas valora el trabajo que realiza la Iglesia en su Memoria de actividades de la Iglesia presentada y el Plan General Contable que la Iglesia ha implementado en los últimos años.
Al final del informe, el Tribunal de Cuentas recomienda a la Agencia Tributaria incluir en las sucesivas liquidaciones de la asignación tributaria en favor de la Iglesia Católica el importe estimado de las declaraciones extemporáneas que se fueran produciendo. Por lo que respecta a las liquidaciones de ejercicios anteriores, el Gobierno, sugiere el Tribunal de Cuentas, debería acordar con la Santa Sede el tratamiento de las declaraciones extemporáneas que no hayan sido objeto de liquidación a estos efectos.
En otro orden de cosas, el tribunal sugiere al Gobierno impulsar, de acuerdo con la Santa Sede, la aplicación de un mecanismo para resolución de dudas en las diversas materias relacionadas con la memoria, como son sus plazos y forma de presentación; el nivel de detalle de la información que debe proporcionar; o el tratamiento que debe darse a los eventuales superávits o déficits que resulten de la liquidación de la asignación.
La Conferencia Episcopal Española presenta anualmente y desde 1980 la memoria justificativa prevista en los acuerdos Iglesia-Estado. En estos 40 años ha atendido todas las peticiones de aclaración por parte del Estado, respondido puntualmente a todos los requerimientos de información solicitados por la administración.
En el año 2007, con la entrada en vigor del nuevo sistema de asignación tributaria, la Iglesia adaptó el formato de la memoria a los requerimientos verbales acordados con el Estado, poniendo de manifiesto la labor que realiza en favor de la sociedad. Dicha memoria se presenta públicamente y está a disposición de todos en el portal de transparencia y en la página web de la Conferencia Episcopal. En estos años, no se ha recibido ninguna petición adicional de información por parte de los distintos gobiernos de nuestro país.
El dinero asignado por los contribuyentes en el IRPF es destinado, según lo previsto en el acuerdo, al sostenimiento de la Iglesia y al cumplimiento de sus fines: mantenimiento del culto, sostenimiento del clero, ejercicio del apostolado y de la caridad. En este contexto, corresponde a la Iglesia decidir el destino concreto de sus recursos, siempre respetando los fines indicados y atendiendo al principio de libertad religiosa.
La actual memoria de actividades de la Iglesia, además de explicar el dinero recibido y el reparto concreto, realiza un repaso de los principales campos de actuación de la Iglesia: celebrativo, pastoral, misionero, educativo, cultural y asistencial, con una importante aportación a la sociedad.