El Obispado de Barbastro-Monzón, a través de su Museo y con la colaboración del Ayuntamiento de Sopeira, ha puesto en marcha un programa de visitas turísticas al monasterio de Santa María de Alaón hasta el próximo el 31 de agosto. De martes a sábado, de 11 a 13,30 y de 16,30 a 19,30, y los domingos y festivos de 11 a 13,30, los visitantes podrán disfrutar de este monasterio, declarado monumento nacional en 1931. Esta joya patrimonial se une así al programa de apertura de templos en el que ya se encuentran, además de la Catedral de Barbastro, la de Roda de Isábena y el Monasterio de Obarra, y para el que se esperan próximas incorporaciones.
Como explica el delegado diocesano de Patrimonio y director del Museo, Ángel Noguero, «podemos atender grupos incluso de veinte personas en el interior y así seguimos dando pasos en la Ruta del Románico porque uno de los monasterios más valioso que hay nuestra diócesis». No en vano, hay referencia de una comunidad cenobítica en tiempos visigóticos. El monasterio fue destruido durante la invasión musulmana. La vida religiosa fue restablecida una vez se adueñaron de la comarca los condes de Tolosa, concretamente el conde Bigón, hacia el 810, autorizaba al abad Crisógono a retomar los bienes y propiedades que en tiempos anteriores habían pertenecido al monasterio y le concedía amplias inmunidades para que pudiese restaurar allí la vida monástica.
Durante los siglos IX y X el monasterio fue centro promotor de la vida religiosa y cultural del país y colaboró en su organización social y política en conexión con los condes que dominaron el terrriorio: primero desde Tolosa y luego, el país logró su autonomía, en persona de condes propios. Tuvo un destacado papel en la instaruración y consolidación de la casa condal ribagorzana.
Así se refleja en el audiovisual dedicado al Monasterio de Nuestra Señora de Alaón, incluido en la serie sobre el Románico que Obispado y UNED trabajaron de forma conjunta y estrenaron hace un año.
