El sábado nos despedimos de don Antonio Ángel Algora Hernando, obispo de la diócesis durante dieciocho años, de 1984 a 2003, en una celebración de las exequias sobria, contenida, pero agradecida y emocionada en la Catedral de Ciudad Real.
En la puerta de la Catedral, a las 11:00 h. de la mañana, recibía el féretro de Antonio Ángel Algora Hernando, el obispo prior de la diócesis de Ciudad Real, Gerardo Melgar Viciosa.
En la misa concelebraron el cardenal arzobispo de Madrid, don Carlos Osoro, el arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro, nuestro Obispo diocesano, don Antonio Gómez Cantero, y los obispos de Albacete, Córdoba, Sigüenza-Guadalajara y uno de los obispos auxiliares de Madrid, don José Cobo.
Antes pronunciar su homilía, Gerardo Melgar, obispo prior, anunció el mensaje de pésame del papa Francisco recibido por la diócesis por el fallecimiento del obispo Antonio Algora: «Recibida la triste noticia del fallecimiento de Monseñor Antonio Algora Hernando, obispo emérito de esa diócesis, el Santo Padre desea hacer llegar su profundo pésame a todos los miembros de la Iglesia particular, a sus familiares y conocidos del difunto. Asimismo, el papa Francisco, a la vez que ofrece sufragios por el eterno descanso de este abnegado pastor, lo encomienda a la intercesión de la bienaventurada Virgen María y a la del insigne patrón santo Tomás de Villanueva e imparte con afecto la confortadora bendición apostólica como signo de fe y esperanza en Cristo resucitado».
Al final de la misa, llegó el momento de la inhumación, don Antonio Algora descansa ya en la vía sacra de la Catedral de Ciudad Real.
Damos gracias a Dios por la vida de Antonio Algora Hernando, porque hemos sido peregrinos con él en esta tierra y esperamos volver a encontrarnos con él en la vida eterna.