El pasado sábado, 2 de abril, se celebró en el Colegio Las Viñas de Teruel, la Asamblea Diocesana. En pleno proceso sinodal tuvimos un encuentro precioso y festivo con el que poder sentirnos más comunidad.
“Que esta Asamblea sea presente y sea un espacio de encuentro, de oración, de reflexión y, sobretodo, de sentirnos comunidad diocesana de Teruel y Albarracín» con estas palabras finalizaba su breve intervención nuestro Obispo al presentar los testimonios sinodales dentro de la Asamblea Diocesana.
Que esta Asamblea sea presente y sea un espacio de encuentro, de oración, de reflexión y, sobretodo, de sentirnos comunidad diocesana de Teruel y Albarracín
don José Antonio Satué
Previamente habíamos tenido la conferencia de Carlos Luna, “Un camino de sinodalidad hacia la evangelización. Una aproximación desde el marketing religioso” Una charla muy interesante en la que Carlos Luna nos interpeló a descubrir “cuanto satisfacemos la necesidad de la gente de transcendencia […] y ese es el camino que nos invitan a hacer tanto en el marketing religioso como en este proceso sinodal, el camino de la escucha».
Cáritas diocesana nos preparó un café solidario previo a los testimonios sinodales: niños, jóvenes, Cáritas, pastoral penitenciaria… nos explicaron cómo están viviendo este proceso sinodal diocesano. Posteriormente se proyectó un video con fragmentos de los actos y conferencias formativas que se están celebrando en nuestra diócesis. También en el video, el Papa Francisco nos recordó que “todo este proceso sinodal lo tenemos que hacer con la oración, que es lo más importante», por ello no podía faltar un momento de oración comunitaria.
Una gran jornada festiva a la que asistieron unas 300 personas venidas de todos los rincones de la diócesis, tras estos años de pandemia fue una gran oportunidad de volver a encontrarnos y recordad que somos comunidad y que estamos viviendo un momento histórico de participación sinodal.
Pero como no todo tiene que ser trabajo y reflexión, también hubo momentos de diversión y de confraternización, tras la paella se celebró el concierto de Javi Sánchez como colofón festivo a una gran jornada que solo tuvo como punto negativo el frío.
Y finalizamos la crónica con una reflexión de don José Antonio en la que nos animó a: “seguir trabajando, a seguir escuchando, y a darnos cuenta de las posibilidades que tiene el momento en el que vivimos y también de las limitaciones, si lo hacemos seguro que nuestra acción evangelizadora va a ser mucho más eficaz para el mundo al que estamos llamados a hacer presente el amor de Dios y también para nosotros mismos».
