Esta mañana se ha celebrado con gran alegría y emoción el acto conmemorativo de las Bodas de Oro Sacerdotales en la diócesis de Teruel y Albarracín, homenajeando los 50 años de ministerio de don Jesús Mateo Guillén. La celebración ha tenido lugar en el Colegio Diocesano Las Viñas de Teruel, congregando a numerosos sacerdotes, así como al obispo diocesano, don José Antonio Satué.
La jornada comenzó a las 10:30 h con una oración comunitaria, seguida por la intervención del Sr. Obispo, quien presentó a don José Beltrán, director de la revista Vida Nueva. Beltrán ofreció una charla muy enriquecedora en la que compartió su testimonio profesional y creyente, especialmente en relación con la reciente muerte del papa Francisco y la elección del nuevo pontífice, León XIV. Comentó cómo su presencia fue solicitada en distintos programas de medios de comunicación, señalando el profundo desconocimiento sobre lo religioso y católico que a menudo se percibe en los medios pero destacando el gran despliegue mediático y repercusión y como se debería aprovechar este hecho.
Posteriormente, tomó la palabra el homenajeado, don Jesús Mateo, quien compartió algunas experiencias vividas a lo largo de sus 50 años de sacerdocio, en un tono entrañable y agradecido.
A continuación, se celebró la Eucaristía en la capilla del Colegio, presidida por don José Antonio Satué. En su homilía, centrada en el valor del ministerio sacerdotal, el obispo destacó tres rasgos esenciales de la identidad del sacerdote: Ser ovejas del rebaño de Cristo, antes que pastores; estar llamados a participar en la gloria del Señor mediante la entrega generosa; y ser apóstoles de comunión y unidad en la Iglesia y en la sociedad.
El obispo subrayó que la verdadera gloria del sacerdote no está en el reconocimiento social, sino en el amor y servicio hasta el extremo, y en su compromiso con la unidad del Pueblo de Dios.
Finalizada la Eucaristía, todos los sacerdotes compartieron una comida fraternal, culminando una jornada llena de gratitud, memoria y comunión eclesial.
