Celebración en Alicante de las Bodas de Oro Episcopales de don Victorio Oliver

Ayer miércoles, día de la Virgen del Pilar, se cumplieron las bodas de oro episcopales del obispo emérito de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Mons. Victorio Oliver. Para la ocasión se celebró una Eucaristía en la Concatedral de San Nicolás de Alicante.

Un día de acción de gracias a Dios por haber hecho posible, con su gracia, la fidelidad de D. Victorio durante estos años de servicio incansable a la Iglesia

Mons. José Ignacio Munilla (Obispo de Orihuela-Alicante)

A la celebración acudió nuestro Obispo, don José Antonio Satué Huerto, y varios prelados como el Obispo de Almería, don Antonio Gómez Cantero, y don Joaquín Gimeno Lahoz, Obispo de Comodoro Rivadavia (Argentina).

Mons. Victorio Oliver

Nació en Mezquita de Jarque (Teruel) el 23 de diciembre de 1929. Fue ordenado presbítero en el Palacio Episcopal de Teruel el 27 de junio de 1954. Estudió en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma graduándose en Sagrada Escritura. En su Diócesis de origen ejerció como profesor y prefecto de disciplina en el Seminario Mayor de Teruel, del que pocos años después sería Vicerrector. Fue también Canónigo Lectoral de la Catedral de Teruel y responsable de los movimientos de Acción Católica. Nombrado Obispo Auxiliar del Sr. Cardenal Arzobispo de Madrid en 1972, recibió la ordenación Episcopal el 12 de octubre de 1972, en la S.I. Catedral de Teruel. El Cardenal Tarancón le confió la Vicaría VI (Carabanchel), atendiendo también las Vicarías pastorales de Apostolado seglar y del Mundo obrero.

El 20 de diciembre de 1976 fue nombrado Obispo de Tarazona (Zaragoza), entrando en la Diócesis el día 30 de enero de 1977. El 29 de mayo de 1981 fue nombrado Obispo de Albacete, donde hizo su entrada el 27 de junio de este mismo año. Reelegido Presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar en 1996.

Nombrado Obispo de Orihuela-Alicante el 22 de febrero de 1996, ejerció su ministerio como Pastor de esta Diócesis hasta el día 23 de noviembre de 2005, fecha en que el Santo Padre aceptó su renuncia por razones de edad.

A su labor como Obispo Diocesano, hay que añadir la Presidencia de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal, que ejerció entre noviembre de 1990 y marzo de 1999.