Cáritas Aragón destinó en 2019 más de 13 millones de euros para acompañar a 23.754 personas

La entidad sociocaritativa de la Iglesia católica incrementa en más de un 40% el número personas y familias atendidas en todo el territorio de Aragón durante el primer semestre del año 2020, debido a la pandemia

La memoria de Cáritas Aragón correspondiente al año 2019 da cuenta del destino de los 13.671.392,14 euros invertidos por el conjunto de las Cáritas diocesanas en la Comunidad (casi un 11% más respecto al año anterior), para acompañar a un total de 23.754 personas (cifras muy similares al 2018). Estos datos demuestran la lenta recuperación económica durante el pasado año que, no alcanza a las familias aragonesas con la intensidad adecuada para mejorar sustancialmente sus condiciones de vida.

Destacar que, gracias a la aportación de voluntarios y voluntarias, cooperantes, donantes y socios, Cáritas está cerca de quienes más lo necesitan en cada momento, defendiendo sus derechos en las tres áreas fundamentales del desarrollo: necesidades básicas, sentido de la vida y participación social. Durante este pasado año, se contó con el desinteresado esfuerzo de 2.629 personas voluntarias y la participación de 318 personas contratadas.

En lo que respecta al Informe de Empleo y Economía Social 2019, Cáritas sigue reforzando su apuesta por una forma de hacer economía en la que la persona y su dignidad, y las comunidades se encuentren en el centro. Durante el pasado año, 3.626 personas fueron acompañadas por Cáritas, de ellas 1.060 se insertaron en el mercado laboral. Para hacerlo posible, las Cáritas aragonesas invirtieron un total de 3.669.707,90 euros el pasado año.

Además de apoyar a las personas para que encuentren un puesto de trabajo en el mercado laboral, Cáritas también promueve iniciativas capaces de generar empleo a través de la economía social: iniciativas sin ánimo de lucro generadoras de empleos reales para personas en situación de exclusión. Las cuatro empresas de inserción y el centro especial de empleo de Cáritas contrataron a 102 personas, 74 de las mismas fueron para puestos de inserción.

IMPACTO DEL CORONAVIRUS EN LAS CÁRITAS DIOCESANAS ARGONESAS

Se ha incrementado de forma alarmante, en más de un 40% el número personas y familias atendidas en todo el territorio de Aragón durante el primer semestre del año 2020. Atención y acompañamiento de Cáritas, que siempre supone mucho más que las ayudas económicas que pueda prestar. Así mismo, en lo relativo al importe económico en ayudas se han incrementado de un 70% a un 100%, según el territorio, de tal forma que muchas de las Cáritas diocesanas han gastado ya, en estos seis primeros meses del año el presupuesto estimado para ayudas económicas directas en todo el año 2020.

Estas ayudas han ido destinadas fundamentalmente a cubrir necesidades en materia de vivienda, alimentación y salud, así como para paliar la brecha digital educativa.

En palabras de Pedro A. Melero, presidente de la entidad:

“Estos datos reflejan la gravedad de las situaciones que se atienden. Esta crisis no está siendo igual para todos y son los más frágiles quienes ven cómo empeoran sus condiciones de vida. Los problemas en materia de vivienda, así como la reducción o desaparición de ingresos familiares se ven ahora agravados, incrementando las situaciones de pobreza. Existe una honda preocupación por el futuro tanto en lo relativo al último trimestre del año como para el próximo año”.

“Como aspecto positivo a destacar, el aumento de la solidaridad de la sociedad aragonesa, tanto en donaciones como en el incremento de socios, así como la incorporación de voluntarios, la mayoría jóvenes, que quieren contribuir de forma desinteresada a paliar esta grave situación”.

Para Jesús Luesma, secretario-técnico: “El Covid-19 ha paralizado el lento proceso de recuperación y ha trastocado todas las previsiones y cambiado los planes de desarrollo en todos los sectores socioeconómicos, su impacto nos enfrente a una serie de retos como: Problema en el incremento de la pobreza y la privación material que conlleva un alto volumen de demandas en ayudas con destino a personas y familias que tienen serias dificultades para afrontar como la vivienda; agravamiento de situaciones, en especial de las personas en situación administrativa irregular o solicitantes de asilo y refugio; la grave situación de destrucción de empleo y un mercado laboral que no es capaz de asegurar a un elevado porcentaje de población ocupada el derecho a un trabajo decente; el problema de la brecha digital y en especial la “brecha digital educativa”, a los que Cáritas se enfrenta, más aún si se tiene en cuenta la falta de agilidad en la tramitación de prestaciones y ayudas económicas públicas”.