La Iglesia del Seminario de Teruel acogió el pasado sábado la inauguración y bendición del tradicional Belén de San Pedro, un montaje que se ha convertido en una de las expresiones catequéticas y culturales más queridas por los turolenses durante la Navidad. El acto estuvo presidido por don Alfonso Belenguer, administrador diocesano, y don Blas Sanz, rector de la Iglesia de San Pedro y director del proyecto, acompañados por la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, y numerosos voluntarios y fieles.
“Una catequesis que llega a todos”
La inauguración comenzó con la bendición del Belén por parte de don Blas Sanz, quien invitó a los presentes a contemplar en el misterio del pesebre. Tras la oración, recordó la trayectoria de este Belén monumental, que cumple su 24º aniversario y que, según señaló, «ha ido creciendo adecuadamente, bien alimentado por el trabajo y la ilusión de tantos».
El administrador diocesano, don Alfonso Belenguer, subrayó el valor espiritual del conjunto belenístico, al que definió como «una gran catequesis, preciosa, que maravilla por la naturaleza, el paisaje y, sobre todo, por el trabajo de los hombres». Destacó que quienes lo visitan «se llevan lo mismo que los pastores y los Reyes: alegría y paz».
Un Belén que crece y se renueva
Por su parte, Pepe Hórreo, representante del equipo de artesanos y voluntarios, explicó las novedades del montaje de este año, fruto del trabajo de más de veinte personas desde el mes de octubre. «Intentamos que no sea solo un conjunto de figuras, sino un espacio que nos recuerde de dónde venimos y hacia dónde caminamos juntos», afirmó.
Entre las incorporaciones más destacadas se encuentran:
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un nuevo portal más cálido y recogido;
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varias figuras en movimiento, como un San José que mece al Niño Jesús;
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la impresionante recreación del Viaducto, una de las piezas más fotografiadas;
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un molino de trigo y aceite;
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espacios dedicados a oficios tradicionales, como la alfarería o la bodega del vino;
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reproducciones del castillo de Mirambel, la ermita del poblado minero de Libros y otros enclaves provinciales.
En conjunto, el Belén alcanza este año la cifra de 1.560 figuras, cerca de 80 metros cuadrados de montaje, casi 200 edificios, 45 figuras en movimiento, iluminación con ciclo día-noche, recreación de tormentas, varios cauces de agua y hasta un estanque con peces vivos. Todo ello lo convierte en uno de los más complejos y detallados de Aragón.
Un referente navideño para Teruel
La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, agradeció la labor de los voluntarios y destacó que el Belén de San Pedro es ya “una cita obligada de la Navidad turolense”, como reflejan los más de 12.000 visitantes del pasado año. Subrayó que este Belén es mucho más que una atracción turística: “Ni las luces ni la programación deben eclipsar lo verdaderamente importante de la Navidad, que está en sus orígenes cristianos”.
El Belén podrá visitarse todos los días hasta el 6 de enero, en horario de 18:00 a 20:30 h, con una entrada simbólica destinada al mantenimiento del montaje. Los niños, como cada año, podrán participar en un sorteo respondiendo un breve cuestionario.
Tradición, contemplación y familia
La inauguración concluyó con villancicos interpretados por parte del coro diocesano, que añadieron un toque festivo a una celebración marcada por la emoción y el sentido comunitario.
«Que este Belén sea un abrazo y un deseo compartido de esperanza para Teruel, para nuestras familias y para el mundo entero», expresó Pepe Hórreo, resumiendo el espíritu que late tras esta obra colectiva.
Con la vista puesta ya en su 25º aniversario, el Belén de San Pedro vuelve a abrir sus puertas como un lugar de encuentro, fe y belleza, una invitación a dejarse tocar por la ternura del nacimiento y a renovar el corazón en este tiempo de Navidad.
