Esta Navidad más cerca que nunca es el lema de una Cáritas cuya proximidad a los más necesitados visibiliza los efectos de la pandemia. Este año han realizado más de 5.400 ayudas de todo tipo, con un notable incremento de las económicas, y constatan que a los centros de acogida de Cáritas, concretamente de Monzón, han acudido un 29 por ciento más de usuarios que nunca habían requerido su apoyo.

Se trata, mayoritariamente, de personas a quienes la pandemia ha dejado sin empleo; autónomos, desempleados a la espera de un trabajo, trabajadores en ERTE, aquellos que complementaban sus pequeños ingresos con empleo sumergido, familias monoparentales y personas solas. De estas, 563 han pasado por alguno de los servicios laborales de Cáritas, que ha insertado al 30%.

Así lo expuso la directora de Cáritas Diocesana de Barbastro, Amparo Tierz, que ilustró esta labor con dos casos concretos: una familia -mujer y dos hijos de 9 y 20 años que llega a España huyendo de violencia de género y se encuentran en situación irregular- y un hombre recién divorciado de 45 años, de nacionalidad española, que pierde el empleo. La atención integral de estos casos, tanto con ayudas directas como con refuerzo escolar, formación, asesoramiento, guía en trámites y apoyo psicológico y emocional, ha supuesto para ellos un revulsivo.

«Son dos de los cientos de vidas a las que Cáritas diocesana ayuda y apoya desde la cercanía, amor y profesionalidad en todo el territorio«, resumió. En este sentido, hizo un llamamiento a la población para que aporte «pequeños gestos y generosidad» que sirvan para «mantener esta misión y trabajar todo el año para que las personas tengan una vida mejor». Además, agradeció a los donantes su apoyo y deseó que sea esta la «Navidad de la esperanza».

Siéntate en mi mesa

Subrayó sus palabras el obispo, Ángel Pérez, al afirmar que «este año estaremos más unidos que nunca porque la cercanía no se mide por metros sino por gestos. Cáritas nos invita a compartir nuestro dolor, la pérdida de los seres queridos, de la salud, del empleo… Solo lo podremos vencer juntos, a fuerza de terntura, solidaridad, bondad, entrega, sonrisa, armonía, tenacidad, fe… » El obispo pidió imaginación para hacer llegar a Cáritas Diocesana los donativos en esta «Navidad esencial» que la pandemia ha propiciado y en la que «he podido descubrir que tú no eres mi allegado, eres mi hermano. Siéntate en mi mesa y compartamos juntos la vida. Dios sigue buscando corazones para habitar».