El Obispado de Barbastro-Monzón y la Unidad pastoral de Sobrarbe presentaron el pasado 8 de octubre en el Palacio de Congresos de Boltaña el proceso de reestructuración geográfica y pastoral que se está llevando a cabo para garantizar que a todos los lugares les llegue «el pan de la Eucaristía, el pan de la Palabra y la ternura de Dios». El acto público sirvió para exponer los detalles de la nueva organización pero también para evidenciar el compromiso de la Iglesia -de sus sacerdotes, consagrados y laicos- con un territorio que afronta un gran desafío demográfico y geográfico.
El arcipreste del Sobrabe-Ribagorza y moderador de la Unidad Pastoral de Sobrarbe, John Mario Mona, resaltó el carácter «pionero» de la diócesis y explicó la labor que realiza, junto a los otros tres sacerdotes de la unidad, con una clave: la rotación. Para eso se cuenta con el esfuerzo de los presbíteros, la madurez de las comunidades cristianas, la corresponsabilidad del equipo de laicos y la activa colaboración de los animadores de la comunidad.
Uno de ellos, Óscar Ballarín, aportó un sincero testimonio en el que abordó desde las inseguridades iniciales hasta la normalidad con la que hoy son recibidos en los pueblos, destacando la gratitud de los fieles. El animador puso voz a la importancia de la estrecha colaboración con el equipo sacerdotal en la atención, gestión y coordinación de las numerosas parroquias, clave para garantizar la atención pastoral y sacramental en la totalidad de los pueblos, incluso en los más pequeños y dispersos del Pirineo.
Tras las explicaciones de la secretaria canciller y de la ecónoma del decreto en el que se recoge esta reestructuración, se expusieron las acciones en conservación del Patrimonio y tomó la palabra el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo. El edil dio los detalles del convenio, a partes iguales con el Obispado, para rehabilitar las iglesias de Banastón, Gerbe, Arro y Guaso, y elogió la «buena labor que hacen los sacerdotes en esta tierra».
En la misma línea, el alcalde de Boltaña, José María Giménez, agradeció y felicitó a la Iglesia de Barbastro-Monzón por su labor en Sobrarbe.
El obispo de Barbastro-Monzón cerró las intervenciones, dando «gracias, gracias, gracias» a todos los presentes el esfuerzo realizado para «tejer» la nueva estructura diocesana que, en lugar de concentrar los servicios en las grandes ciudades, apuesta por acercar su labor a las 250 parroquias.
La próxima presentación tendrá lugar en Monzón, el próximo 16 de octubre, a las 19,30 horas en el Hotel Mas Monzón. Entrada libre.
