Carta del obispo de Tarazona – Virgen del Pilar

Vicente Rebollo Mozos
10 de octubre de 2025

El próximo domingo, 12 de octubre, celebramos la fiesta de nuestra queridísima Virgen del Pilar, ella sostiene nuestra fe y nos lleva siempre a Cristo y a los hermanos; es fortaleza en nuestra vida de cada día, para que nada debilite nuestra fe en Dios, en la Iglesia, en la vida eterna. María es la roca firme en la que cada día los cristianos encontramos la fuerza necesaria para ser fieles al amor que Dios siembra de forma infinita en nuestros corazones.

Así quiso en el año 40, aquel 2 de enero, estar junto al Apóstol Santiago en Zaragoza para ser su fuerza, su faro, su camino en la tarea de evangelizar nuestra tierra de España. A partir de 1492 quiso ser la que impulsara a los misioneros a llevar al Evangelio al Nuevo Mundo y lo sigue haciendo hasta nuestros días en todas las tierras de misión. Por este motivo hoy también se celebra el día de la Hispanidad, en agradecimiento por la ayuda a la tarea evangelizadora de los pueblos hermanos de América, manteniendo ese enlace de unión entre todos los pueblos.

María, como madre, nunca abandona a sus hijos, viene a ayudarnos a superar nuestros desánimos, perezas o tentaciones. Siempre es fuente de esperanza para nosotros, esta esperanza que nos mueve a creer firmemente en el amor de Dios y que nos impulsa a vivir la caridad en favor de nuestros hermanos. Nos dice que si queremos experimentar siempre el amor de Dios no podemos olvidar el camino de sus mandatos, ni el ejemplo de su amor y la entrega de Jesús a cada uno de nosotros.

Es Madre de Dios desde el momento en que dio luz a Jesús, Dios y hombre; y Madre nuestra, desde el momento de la Cruz, “ahí tienes a tu hijo”. Esto nos lleva a tener confianza en su protección, a abrazar la voluntad de Dios,haced lo que os diga” y a crecer en fraternidad, porque una madre siempre quiere ver unidos y en paz a sus hijos.

Nos ponemos bajo el amparo de nuestra madre la Virgen del Pilar, ella nos anima a que siempre seamos personas de oración, porque nos acerca a Dios. Nos invita a que seamos luz y consuelo para los hermanos que sufren, los débiles, los que han perdido la esperanza en su vida. Ojalá que al igual que María es pilar para nosotros, así, nosotros lo seamos para los demás. Nos invita a que la alegría sea una constante en nuestra vida. Alegría porque recibimos los cuidados de María que no va a dejar que nos alejemos del Señor. Alegría que interrogue a los que nos vean y puedan intuir que su fuente es el amor de Dios que nunca nos falta.

Virgen del Pilar bajo tu protección pongo toda nuestra diócesis de Tarazona. Que seas siempre nuestro apoyo, que nos cuides y nos lleves a Dios. Haz que seamos discípulos misioneros, siempre dóciles a lo que el Señor nos pida. Ruego también por los que sufren, por el motivo que sea, ayúdanos a ser esperanza para todos.

Gracias por ser nuestra Madre, por ser nuestro Pilar.

 

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