Como cada año, el viernes después de la fiesta del Corpus Christi, celebrábamos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y, a la vez, se clausuraba el Año Jubilar que, con motivo de los 350 años de las apariciones del Sagrado Corazón a Santa Margarita María de Alacoque. Ha transcurrido desde el 27 de diciembre de 2023 al 27 de junio de 2025, el lema “devolver amor por amor”.
Cada mes de junio lo dedicamos a crecer en el amor hacia el Sagrado Corazón, por ello en todas las iglesias hay una imagen del Corazón de Jesús y también en el exterior de muchos de nuestros municipios diocesanos, Mallén, Aizón, Calatayud, Belmonte de Gracián, Terrer, Maluenda, Monterde, Carenas, Castejón de las armas, Ariza…
Tres han sido los temas que han guiado este tiempo jubilar, el primero la Eucaristía, nace del Corazón Ardiente de Jesús, sacramento donde le recibimos a Él. El segundo la Reparación, nos invita a amar al Amor que no es amado. El tercer año, en el que nos encontramos, nos llama a consagrarnos al Corazón de Jesús. Las palabras reveladas en Santa Margarita dicen “He aquí este corazón que ha amado tanto a los hombres y nada ha ahorrado hasta consumirse para testimoniarles su amor”. Los sacerdotes diocesanos el martes 17, aprovechábamos nuestro viaje de fin de curso para ir al Cerro de Los Ángeles, donde se encuentra el monumento al Sagrado Corazón de Jesús, y allí hicimos nuestra consagración al Sagrado Corazón, fuente de su amor, fuerza para nuestra tarea pastoral.
La petición de Jesús a Santa Margarita de devolver amor por amor es una invitación a sentir necesidad en nuestro corazón de la misericordia de Dios, a descubrir que no estamos solos ni huérfanos, el amor de Dios nos acompaña y nos pide, que actuemos siempre con misericordia hacia nuestros hermanos.
Esta devoción no tiene únicamente un aspecto individual, intimista, sino que quiere ser impulso para la tarea evangelizadora de la Iglesia. Así lo expresó San Juan Pablo II al recordarnos, “para la evangelización de hoy es necesario que el corazón de Cristo sea reconocido como el corazón de la Iglesia”. En esta tarea la Iglesia anuncia a Cristo, su salvación,y esto sólo lo podemos hacer llenos de Cristo. El amor al Corazón de Cristo tiene que ser fortaleza y empuje para extender el Reino de Dios. Así podremos sentir que es “la esperanza del mundo”, es fuente y fuerza para la evangelización.
El Papa Francisco en su última encíclica sobre el Corazón de Jesús, “Dilexit nos”, dice: “el Corazón de Cristo es éxtasis, es salida, es donación, es encuentro. En él nos volvemos capaces de relacionarnos de un modo sano y feliz, y de construir en este mundo el Reino de amor y de Justicia. Nuestro corazón unido al de Cristo es capaz de este milagro social” (28)
Le pedimos todos al Corazón de Jesús, con palabras del papa Francisco, “que derrame los tesoros de su luz y de su amor para que nuestro mundo que sobrevive entre las guerras, los desequilibrios socioeconómicos, el consumismo y el uso antihumano de las tecnologías, pueda recuperar lo más importante y necesario: el corazón” (31).
