Rossano Sala, en el Seminario de Zaragoza: “La propia Iglesia es la que tiene una cierta deuda de discernimiento”

Luis Sierra
19 de marzo de 2019

El padre Rossano Sala es doctor en Teología Sagrada y encargado de la Pastoral Juvenil de la Universidad Pontificia Salesiana. En 2017, fue nombrado por el papa Francisco secretario especial para el Sínodo de los Jóvenes. Y lunes, 18 de marzo, ha acudido al salón de actos del Seminario Metropolitano de San Valero y San Braulio, en Zaragoza, para ofrecer una conferencia sobre cinco conclusiones del encuentro en Roma y algunas claves de la próxima exhortación apostólica del 25 de marzo.

Lola Ros, miembro del equipo de la delegación de Catequesis de la Archidiócesis de Zaragoza, ha inaugurado a las 10.00 horas la conferencia de Rossano Sala, presentando al ponente. Sala, por su parte, ha ofrecido su experiencia como secretario especial ante decenas de fieles laicos y presbíteros, entre los que se encontraba Mons. Vicente Jiménez. Desde el comienzo de su charla, ha dejado claro que deseaba ofrecer cinco miradas de lo acontecido en Roma entre el 3 y el 28 de octubre: la contextual, la eclesiológica, la pedagógica, la pastoral y la final, para recoger el discurso y apuntar diversas conclusiones.

Paradigmas de la juventud

En un primer momento, Rossano Sala se ha referido a un tiempo circunstancial concreto en que la Iglesia se ha preguntado por los jóvenes. Lo ha ido definiendo a través de una serie de paradigmas de la juventud de hoy, entre los que se encuentran: un consumismo de la realidad corpórea, afectiva y sexual; nuevas claves sobre la información y la búsqueda de la verdad, entre las que ha incluido la proliferación de las fake news; algunos efectos antropológicos del mundo digital, entre los que se encuentra una forma “rompedora” de percibir el tiempo y comunicarse; la desilusión institucional, falta de ganas de cambiar las cosas; la parálisis a la hora de tomar decisiones, en medio de una sobreabundancia de propuestas que desorienta; y, por último, la actual nostalgia espiritual de las generaciones jóvenes, que puede convertirse en verdadera oportunidad para la Iglesia.

Frente a esta situación, Sala ha denunciado la negligencia de la Iglesia hasta ahora, recordando las palabras del Papa: “La Iglesia tiene una deuda de escucha”. Y ha añadido: “Tiene una cierta deuda de discernimiento, y si no sabe discernir, no podrá enseñar a los jóvenes a hacerlo”. Una vez ha expuesto el conflicto que puede surgir si esto no se remedia cuanto antes, ha sugerido posibles soluciones: desde la escucha honesta y la empatía con los jóvenes, hasta un cambio en el punto de vista -de buscar a los jóvenes desde la Iglesia, a buscar la Iglesia entre los jóvenes-, fruto de una nueva sinodalidad del encuentro, “para la misión en medio del mundo”.

Nueva pastoral

Desde esta nueva perspectiva, el salesiano Sala ha ofrecido algunas claves para la nueva pastoral. Sobre todo, relacionadas con derribar las fronteras y poner en el centro al otro, desde “una libertad responsorial, como respuesta a un don recibido”. Apunta a la sugerencia que hace el Papa Francisco a los jóvenes de todas las edades: pasar de preguntarse «¿quién soy?» a preguntarse «¿para quién soy?». Sala recogía también, de forma complementaria, varios puntos del Instrumentum laboris, para señalar que “sólo una antropología vocacional parece adecuada para comprender lo humano en toda su plenitud”. Y para ello, ha dicho, es necesario subrayar una pastoral integrada, con el acento en los jóvenes, que genere nuevos espacios para ellos y equilibre los eventos especiales con la vida cotidiana, en una “Iglesia-casa que pase de las estructuras a las relaciones”.

Para culminar el acto, el padre Sala ha recordado la centralidad del pasaje de los discípulos de Emaús como imagen de la nueva Iglesia joven. Y, por último, ha respondido algunas preguntas en italiano, con la ayuda para el idioma de Guillermo Contín, doctor en Teología Dogmática y sacerdote diocesano. Ha destacado la cuestión planteada por don Vicente Jiménez Zamora, quien ha preguntado al ponente sobre la diferencia nominal y sustancial entre “sínodo de los obispos” y “Sínodo de la Iglesia”, siendo quizá esta segunda denominación más adecuada  para un futuro encuentro. Rossano Sala le ha respondido con palabras del Papa, quien ha sugerido el tema de la sinodalidad como protagonista de un posible Concilio Vaticano Tercero. Tras esta reflexión, el arzobispo ha agradecido a Sala su presencia y su tiempo, y Ernesto Brotóns, director del CRETA, ha despedido la sesión.

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