A veces, tengo la sensación de que hablamos mucho y hacemos poco (parole, parole, parole). En mi pueblo, la primera virtud de un hombre es ser trabajador y, la segunda ser persona “de palabra”. Cuando llega un cura y notan que es poco currante ya no tiene nada que hacer; se atienen a los hechos.
Hoy, en la servilleta de papel que me han puesto en el bar para el desayuno había escrito esto: ME GUSTA LA GENTE QUE NO PROMETE LO QUE CUMPLE. De momento, no lo he entendido bien, pero luego me he dado cuenta que alababa a los que creen en los hechos más que en las palabras. JESÚS DE NAZARET también opinaba así y alababa al hijo que contestó que no iría a trabajar a la viña, pero fue. Y sólo reconoció como suyos a los de efectivo comportamiento solidario a los que están con hechos al lado de los hambrientos, los sin hogar, los emigrantes o los encarcelados. No a los que se limitan a decir: Señor, Señor…
Mientras pensaba en eso, vi que pasaban por la otra acera dos amigos de mi parroquia que nunca vienen a misa, pero uno es voluntario en Cáritas y el otro en los sin hogar. Pensé para mí: según Dios, esos dos son CRISTIANOS DE HECHO (aunque ellos lo nieguen y algunos católicos también) En la Iglesia, no están todos los que son ni son todos los que están. Para mí, no es cuestión de ideas o de vocabulario teórico, sino de realidades visibles. Es obligación mía estar cerca de ellos y ayudarles a descubrir al Dios de Jesús en el prójimo.
El famoso psicólogo Jung escribió: Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer, luego a estos dos amigos los puedo tener como cristianos por lo evidente de su comportamiento. Digan lo que digan los teólogos y exégetas, no pienso corregir la frase literal del evangelio, que además huele mucho a auténticas palabras de Jesús de Nazaret. Él era de cultura rural y no le iban las verdades abstractas. El sábado es para el hombre y el hermano es antes que el culto.
Nadie es perfecto, cada uno tiene su conciencia, el interior de la persona es muy complejo, Dios es Padre de todos, los comportamientos tienen sus grados de coherencia…. Se pueden juzgar los hechos, no las personas.
Tal vez sea sólo una excusa, pero la queja que más escucho a los jóvenes es la hipocresía de los católicos practicantes (los FAKE CHRISTIANS), sobre todo los que dicen tener fe sin búsqueda de la justicia y además juzgan severamente la moral de los demás. “Hipócrita”significa en griego actor de teatro.
Creo que se debe recalcar más la PRESENCIA REAL DE DIOS EN LAS PERSONAS. Benedicto XVI advertía que la eucarística no era la única y exclusiva presencia real.
El leproso, una vez curado, desobedeció las palabras de Jesús y, no fue primero al inspector de sanidad, sino que volvió primero a darle las gracias a quien lo había sanado. Tengo que pensar más los verdaderos motivos por los que hago lo que hago. Recalcan que la Iglesia no es una ONG, pero por lo menos, ha de ser eso y mucho más. Un hospital de campaña quería el Papa Francisco.
Un abrazo. Cuida tu interior.
