«No hay ningún ser humano que no tenga nada valioso que ofrecer», es la idea que más me impacto tras ver varios vídeos de Adela Cortina donde explica el concepto aporofobia.
Como no conocía esta idea, os comparto un vídeo muy corto donde resume como se manifiesta en diferentes decisiones políticas y sociales.
¿Sorprendente? A mi me ha dado que pensar.
Todas las personas tienen algo que aportar. Con sus virtudes y defectos, son extraordinarias. Pero estamos haciendo referencia únicamente a una clase de pobreza, la que referencia la posición socio económica de una parte de la sociedad.
La visión contratista que nombra Adela Cortina en el vídeo manifiesta una pobreza de amor en el otro extremo de la economía, una pobreza interior. Rechazar a los pobres o necesitados es rechazar nuestra propia manifestación de amor. Y la falta de amor es la mayor pobreza que podemos sufrir.
¿Cuál es más preocupante? ¿Tiene relación una pobreza con la otra?
Me quedo con la oportunidad de realizar pequeñas manifestaciones de amor que podemos llevar a cabo en nuestro entorno a los que más lo necesitan. Acciones sencillas que nos pueden hacer más ricos de amor y, seguramente, ayudar a que seamos más ricos también como sociedad en todos sus sentidos.
