En la tarde de ayer, 24 de diciembre, la Plaza de España de Binéfar se convirtió una vez más en un símbolo de convivencia y esperanza. La Agrupación Scout San Jorge (Scouts d’Aragón-MSC) organizó la 26ª edición de la Oración Interreligiosa por la Paz, un acto que este año ha cobrado una especial relevancia bajo el lema: «Uniendo corazones, iluminando el mundo».
En esta ocasión, el acto estuvo presentado por la periodista Mari Pau Huguet, oriunda de Estopiñán. Uno de los momentos más profundos de la jornada fue la lectura del Manifiesto por la Paz, que este año corrió a cargo de Rutber Ortega. Como scout y refugiado venezolano que llegó a Binéfar hace un año buscando seguridad para su familia, Ortega ofreció un testimonio vital: «La paz no es solo la ausencia de conflictos; es poder dormir tranquilos sabiendo que nuestros hijos están seguros y vivir con dignidad».
Ortega mostró su agradecimiento a la Agrupación Scout San Jorge que «se convirtió en nuestra ancla» y a Binéfar, por su acogida. A todos recordó que «detrás de cada migrante hay una historia de valentía, de sacrificio, de amor por la familia. Todos merecemos vivir en paz». Su mensaje subrayó que la solidaridad es el idioma universal que permite construir un futuro común.
Unidad de confesiones
Un año más, la oración destacó por su carácter integrador, con la participación de las comunidades religiosas que compartieron un mensaje de unidad.
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Blandina Ronsano (Iglesia Evangélica Bautista): Invitó a los presentes a tener «buena voluntad» para ayudar a iluminar un mundo que a menudo camina en tinieblas.
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Tahiru Cisse (Comunidad Islámica): Hizo alusión a la toma de conciencia sobre el sufrimiento en lugares como Palestina, recordando que, aunque no podamos parar todas las guerras, sí podemos elegir llevarnos bien los unos con los otros.
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José Antonio Castán (Iglesia Católica): Recordó el llamamiento del Papa León XIV para que la paz sea desarmada y desarmante. Desarmada porque así fue el camino de Jesús. No se defendió, no utilizó la violencia. Desarmante porque la verdadera seguridad no se construye acumulando armas, sino construyendo confianza y justicia.
El acto concluyó con el reparto de la luz entre las familias asistentes, reafirmando el papel de Binéfar como una sociedad donde prima el respeto y la acogida. Como se recordó durante el encuentro, la paz no es un destino, sino un camino que se construye día a día con gestos de fraternidad.
La luz de la Paz de Belén
El eje central de la celebración fue el reparto de la Luz de la Paz de Belén, iniciativa en la que el Movimiento Scout Católico en España lleva participando desde 1999, con una repercusión mundial, que iniciaron los Scouts y Guías de Austria. Cada año, unas semanas antes de Navidad, un niño austriaco viaja a la gruta donde según la tradición, nació Jesús en Belén para encender una vela que simboliza la Luz de la Paz. Después, durante una ceremonia ecuménica en Viena, se distribuye esa luz a representantes scouts de numerosos países, entre ellos España. Este año la encargada de recoger la Luz fue la delegación de Scouts d’Asturies.
El reparto para toda España se realizó en la Catedral de Oviedo el domingo 14 de diciembre y una delegación de Scouts Católicos d’Aragon-msc viajó a Oviedo ese día para traerla a nuestra tierra
donde el sábado 20 de diciembre se repartió para todo Aragón desde la Basílica de Santa Engracia de Zaragoza. A continuación, comenzó el reparto por la diócesis, una labor entregada que la Agrupación de Scouts de Binéfar, con la ayuda de la de Monzón, extienden a numerosos puntos. En la Litera, varias familias que mantienen todo el año encendida esta Luz en sus casas.
