El claustro del Obispado de Teruel acogió en la tarde del viernes 26 de septiembre la tradicional Cena del Hambre organizada por la Delegación de Manos Unidas de Teruel y Albarracín.
Bajo el lema “Compartir la prosperidad para erradicar la pobreza, el hambre y la desigualdad”, los asistentes participaron en una cena austera, sencilla pero cargada de simbolismo, que recuerda la necesidad de poner la riqueza al servicio de todos y de construir una prosperidad compartida que llegue hasta los lugares más desfavorecidos del planeta.
Durante el encuentro, Manos Unidas presentó los dos proyectos internacionales en los que la delegación de Teruel y Albarracín colaborará este año.
Por un lado, en India, la organización apoyará la construcción de un nuevo dormitorio y aseos en la escuela Satya Jyoti, situada en el estado de Jharkhand, donde más de 160 niñas tribales viven en condiciones de hacinamiento. El proyecto, con un coste total de 77.027 euros, permitirá mejorar las condiciones de vida y estudio de estas niñas, beneficiando de forma indirecta a unas mil personas de la zona.
El segundo proyecto se desarrollará en la Amazonía ecuatoriana, concretamente en las provincias de Orellana y Sucumbíos. Allí, Manos Unidas colaborará con el Frente de Defensa de la Amazonía para garantizar el acceso al agua potable y promover sistemas agroecológicos sostenibles entre las familias campesinas. La iniciativa, valorada en 94.893 euros, beneficiará directamente a 446 personas, con la instalación de 65 sistemas familiares de agua y la creación de 15 huertos agroecológicos.
La Cena del Hambre no es solo un acto solidario, sino también un espacio de reflexión comunitaria.
Desde la delegación se subrayó que “compartir es nuestra mayor riqueza” y se animó a seguir colaborando para romper el círculo del hambre y la pobreza que sufren millones de personas en el mundo.
