El primer domingo de octubre, como manda la tradición, la Despierta y el Rosario de Aurora recorrió las calles de Graus. Desde las 5 de la mañana, el canto de la Despierta, que convoca a los vecinos al Rosario, marcó el regreso de una tradición que hubo que suspender por la pandemia y que ahora, con todas las medidas de seguridad, se recupera. A las 7,30 horas, la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario volvió a sacar, con mucha emoción, la imagen por las principales calles de la población, alternando rezo y canto. Al finalizar, regresan a la iglesia parroquial, donde a las 8 horas se celebró la eucaristía. Todos los domingos de octubre, en la fiesta de la Virgen de Pilar y en la de Todos los Santos, la devoción popular volverá a repetir esta antigua tradición de muchos pueblos. En algunos se ha perdido con el paso del tiempo, pero los grausinos la conservan con mucha fidelidad.
También salió el domingo pasado, pero por la tarde, la procesión de la Cofradía del Santo Cristo y San Vicente Ferrer, con la peana del santo, para el rezo del rosario. Tras 17 meses sin poder salir a la calle, la procesión de penitentes instituida por San Vicente Ferrer, bajo la lluvia y con el gozo del deber cumplido, retomó su cita con el primer domingo cada mes.
